Santo Domingo Xenacoj
   
  Prof. José Antonio Tún Boj
  Historia de Xenacoj
 

Construido con leche de cabra
El 15 de septiembre, el templo de Santo Domingo Xenacoj cumple 400 años de haber sido inaugurado.

Dos ángeles sostienen la fachada del templo de Santo Domingo Xenacoj. Cuenta una leyenda que éstos son para recordar a dos niños sacrificados durante la construcción del edificio, pues cuando intentaban levantar la fachada no se sostenía en pie, entonces, para llevar a cabo la obra, pusieron dulces adentro de un agujero y cuando los niños entraron sellaron la salida. Sólo así lograron mantenerla en pie.

“El templo ha significado una autoridad dentro de la población; también un respeto grande”, dice Juan Manuel Larios, sacerdote y escritor.

Ese templo católico cumple, el 15 de septiembre, 400 años de haber sido inaugurado. Su historia va unida a la de este municipio de Sacatepéquez.

Para salvar a un pueblo

En una de sus narraciones, Fray Francisco Ximénez cuenta que la fundación de este pueblo se debe a que aproximadamente en el año 1580, un español quería tomar el área como encomienda. Cuando fray Benito de Villacañas se enteró, organizó a la gente de San Pedro (hoy Sacatepéquez). Partieron por la noche, construyeron casas, la iglesia y pusieron una campana. Cuando el español llegó a la mañana siguiente los encontró viviendo allí.

Veinticuatro años después, en 1604, el obispo Juan Ramírez bendijo el templo considerado en ese momento un curato más dentro de la parroquia de San Pedro Sacatepéquez.

Del edificio original se conservan las paredes, mas no el techo. La cúpula de lo que se supone era el altar mayor y la sacristía se cayó con los terremotos de Santa Marta en 1773. El templo ha resistido 11 terremotos y temblores fuertes.

Restaurado en el 2002

Profesionales del Instituto de Antropología e Historia se llevaron entre cuatro y seis años de trabajo en la restauración de este templo que data del siglo XVII. Es de diseño sencillo, con dos campanarios a los lados y una barandilla que une ambos campanarios.

Los muros son de mampostería, con estructura de madera. Hicieron la consolidación total en muros, techos y parte del entorno. Cuenta la tradición que la construcción del templo se hizo con leche de cabra, yemas de huevo, cal y arena.

En la parte posterior encontraron un altar con gradas hacia abajo, pero esto no fue intervenido por el IDAEH. Suponen que hubo allí algún acceso para entrar al templo, aunque el párroco Juan Manuel Larios asegura que son catacumbas. Se supone que estas conducen a lo que fue el convento dominico, en lo que hoy es la escuela primaria.

Las imágenes en el altar mayor, algunas de ellas de la época de la inauguración, en 1604, están ubicadas en el orden utilizado por los dominicos, con Santo Domingo al centro.

Los retablos laterales tienen, a la izquierda, las imágenes del Señor de la Misericordia (Jesús Crucificado, donde se reza por los difuntos) y el Señor Sepultado y a la derecha el retablo de la Virgen María con el niño Jesús, todo esto sobre cuatro ángeles que representan los cuatro puntos cardinales y los cuatro evangelios.

En uno de los muros de templo encontraron un esqueleto, enterrado de pie, que se cree pudo ser de un sacerdote. Esta osamenta está expuesta en una urna de vidrio a la entrada del templo. En los alrededores de la iglesia encontraron más huesos, y esto porque se cree que en esa época se enterraba a la gente en los atrios de las iglesias.

Se habla de una peste en el pueblo en 1800 por lo que debieron encalar todo el templo. Con esto cubrieron las pinturas murales, pero con la restauración que hizo el Idaeh quedaron al descubierto nuevamente.

Las gradas que conducen al campanario permiten el acceso de una persona.

Durante la realización de estos trabajos también encontraron en el exterior una fuente antigua, hacia lado derecho, en donde está hoy la casa parroquial.

El 18 de diciembre de 2002 fue inaugurado el museo Fray Benito de Villacañas, en homenaje al fundador del pueblo. En el sito se conserva cerámica, huesos, objetos de madera, ornamentos religiosos, vestimenta y libros utilizados por religiosos a lo largo de estos años.

Dentro del templo, Santo Domingo espera el 4 de agosto de cada año, a los agricultores de los pueblos vecinos que acuden a venerarlo porque si no lo saludan y le encienden una vela, el perro que acompaña al santo llegará a destruirles los cultivos.

Santo Domingo Xenacoj

Municipio de Sacatepéquez, situado a 45 kilómetro de la ciudad capital.

Según el censo del 2002 tiene 7,940 habitantes. El 97% de la población es indígena.
Los habitantes se dedican, en su mayoría, a trabajar en las maquilas.

El león es el nahual que protege al pueblo. El nombre Xenacoj significa: debajo del cerro donde ruge el león.

Había tres cofradías en el pueblo que fueron fundadas aproximadamente en 1775. Dos de estas desaparecieron.

El templo tiene tres campanas de diferentes épocas: la más grande es de 1928, fundida en el taller de Alfonso Gómez; otra del 25 de julio de 1939; y la dedicada al Santísimo es de mayo de 1963.

 
   
 
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